Revés a Veracruz
â–ºAparece en portada de Forbes en inglés el gato Morris, candidato a la alcaldía de Xalapa
â–ºExhibe Suprema Corte de Justicia a diputados del PRI, Nueva Alianza y PRD
Ni modo, en las últimas horas, otra vez el nombre de Veracruz ha caminado en el mundo. Y como dijeran por ahí, se trata de unos “estigmas”. Peor tantito, con el principio de Peter del ginismo para frenar el descrédito, la evidencia, la sospecha sobre la clase gobernante.
El gato Morris, por ejemplo, que llevaba anoche 140 mil seguidores, se ha ganado la portada de la edición en inglés de la revista Forbes y, aun cuando existe una edición en México, la casa editorial prefirió lanzar su foto y un reportaje en la Forbes norteamericana.
Luis Velázquez
El dato resulta adverso por lo siguiente: en el texto dibuja un país, un Veracruz, narco, corrupto y con impunidad, a partir del crimen de los nueve reporteros y fotógrafos asesinados en los dos primeros años del sexenio próspero.
Así, escriben, cansados los xalapeños de los políticos corruptos y de las elecciones fraudulentas, el descontento popular fue canalizado en Morris, un gatito “color negro con ojos color naranja”. Inofensivo el pobrecito, pero travieso.
Es más, los editores dicen que mientras por un lado en México hay políticos locos… “otros más locos e ingeniosos” como el papá putativo de Morris, Sergio Camacho, empleado de la Secretaría de Educación, ofrecieron una salida a la población indignada.
Ahora, claro, sólo falta que en los próximos días el titular de la SEV, Adolfo Mota Hernández, más papista que el Papa, reprima a Sergio Camacho por su locura genial.
Y si tal hecho y circunstancia ocurriera, cuidado, el mundo se le vendría encima. Y adiós gubernatura, adiós al barco próspero.
Y más si se considera que Morris, a través de su autor, está convocando a los electores a retratar la carita de un gatito en la boleta electoral, mientras la consejera presidenta del Instituto Electoral de Veracruz, Carolina Viveros, sale a la calle a bailar chunchaca y dice a los ciudadanos que un sufragio por Morris es nulo y, por tanto, voten por los candidatos.
Morris en el mundo haciendo travesuras políticas en Xalapa…
LOS DIPUTADOS DE LA IGNOMINIA
El otro estigma contra Veracruz provino de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Siete magistrados votaron a favor (cuatro en contra) de la ley de perturbación del orden público, creada a partir del par de tuiteros, declarando institucional la reforma: por tanto, fue anulada.
Así, el artículo 373 del Código Penal, aprobado por la mayoría priista en el Congreso, restringiendo la libre expresión y el derecho a la información, fue anulado.
La noticia caminó en el mundo. Y más porque otros gobernadores habían copiado el modelito jarocho, quejándose del exceso y abuso de los tuiteros en contra de ellos pues, ni hablar, el control de la prensa escrita, hablada y digital es insuficiente, pues las redes sociales han rebasado a los medios tradicionales.
Y más porque los tuiteros privados de su libertad, una mujer y un hombre, fueron llamados terroristas y hacia los meses de agosto y septiembre fue tan escandaloso el hecho que el exjuez internacional, Baltazar Garzón, fue traído desde España a Xalapa para convalidar la reforma penal.
Los diputados priistas y de oposición que aprobaran dicha ley han quedado en evidencia, simples levanta-dedos ante el revés de la Suprema Corte de Justicia, los 15-30 que sólo acatan órdenes superiores a cambio de privilegios y canonjías.
En efecto. El 20 de septiembre, 2011, a las 13 horas con 27 minutos, en el cuarto periodo de sesiones extraordinarias del primer año de ejercicio constitucional de la LXII Legislatura, los siguientes diputados votaron a favor de la ley de perturbación del orden público:
Carlos Aceves Amezcua, Leticia Karime Aguilera Guzmán, Eduardo Andrade Sánchez (autor de libros de Derecho), Ricardo Calleja y Arroyo y Verónica Carreón Cervantes.
Jorge Alejandro Carvallo Delfín, Concepción Oliva Castañeda Ortiz, Víctor Manuel Castelán Crivelli, Félix de Jesús Rábago Castellanos y Marco Antonio Estrada Sánchez.
Isaac González Contreras, Isela González Domínguez, Moisés Hernández Barrales, José Enrique Levet Gorozpe y José Murat Loutfe Hetty.
Tomás Montoya Pereyra, Gustavo Moreno Ramos, Paulina Muguira Marenco, Ulises Ochoa Valdivia, Roberto Pérez Moreno y Anabel Ponce Calderón.
Ainara Rementería Coello, Brenda Abigali Reyes Aguirre, Flavino Ríos Alvarado, César Ulises Rivera Garza, Olga Lidia Robles Arévalo y Genaro Ruiz Arriaga.
Raymundo Eligio Saldaña Ramírez, Leopoldo Sánchez Cruz, Jacob Abel Velasco Casarrubias, Elena Zamorano Aguirre y Américo Zúñiga Martínez.
Todos ellos del PRI, Nueva Alianza y PRD.
Ahora, la Suprema Corte de Justicia de la nación ha exhibido su desconocimiento jurídico.
Y el nombre de Veracruz queda con un nuevo estigma, a los que se añaden otras machitas, la última, el ranulgate, que descalabró el Pacto México.
POSDATA: hay en Veracruz dos opciones de periodismo marginal; blog.expediente.mx y elcronista.mx. Gracias, muchas gracias por su visita diaria.

