En tanto, Javier Duarte lo expresó con 3 palabras: “Es pura grilla”.
Y aprovechó el instante para una clasecita: “Como funcionario público uno debe tener el cuero muy grueso y aceptar las crí­ticas”.
Y es que de acuerdo con la minuta de la comisiones de Gobernación y de Justicia de la Cámara Baja, donde el máximo lí­der es el priista Manlio Fabio Beltrones, 24 solicitudes de juicio polí­tico duermen en la subcomisión de Examen Previo, incluso, el sueño de los justos, pues han sido recibidas y ratificadas, pero se han detenido en el limbo.
Y más si se considera que la Comisión Jurisdiccional para el caso la preside otro priista: José Rangel Espinoza.

24 POLíTICOS EN LA LISTA…

Entre ellos, y por ejemplo, el juicio polí­tico contra la exprocuradora General de la República, Marisela Morales Ibáñez; pero también al exjefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. Y hasta al secretario de Desarrollo Social del felipismo, Heriberto Félix, el calderonista que sedujera a la elite polí­tica jarocha en el fidelismo tocando el arpa y bailando huapango a la orilla del rí­o Tlacotalpan, acusado del desví­o de recursos federales con fines electorales.
En la misma lista de juicio polí­tico están formados, además, el exprocurador del DF, Jesús Rodrí­guez Almeida. Incluso, un exgobernador, Emilio González Márquez, de Jalisco, y hasta el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rául Plascencia Villanueva.
En la lista negra aparecen el secretario de Educación Pública del sexenio anterior, José Córdoba Villalobos, acusado de violaciones sistemáticas a las garantí­as individuales de Saúl Rodrí­guez Maldonado.
Incluso, Marcelo Ebrard, declarado el alcalde más fregón del mundo, enfrenta dos solicitudes de juicio polí­tico por acciones y omisiones constitutivas de responsabilidad penal y por amenazas, extorsión e intento de homicidio, y en donde están anotados su colaborador en la Jefatura de Gobierno del DF, Armando Quintero Martí­nez.
En total, 24 polí­ticos en lista de espera, que en caso de proceder los dos últimos, Rosario Robles y Javier Duarte, sumarí­an 26, de aquí­, incluso, para el final del sexenio.
O después.
O en la congeladora, si fuera, claro, aprobado.

EL JUICIO POLíTICO EMPEZÓ A FLOTAR…

Es más, el martes 23 de abril, el lí­der nacional del PAN, Gustavo Madero, luego de que la solicitud de juicio polí­tico fuera oficializada, condicionó el regreso del partido azul al Pacto México, siempre y cuando, primero, sancionaron a los funcionarios de la SEDESOL de Veracruz; segundo, que caminara el juicio a Rosario Robles.
Pero el mismo dí­a, en el Congreso federal, el trámite del juicio empezó a flotar.
Por ejemplo, el Movimiento Ciudadano, del exsenador Dante Delgado Rannauro, se abstuvo de firmar el documento y su coordinador, Ricardo Monreal, envió a un representante nomás para cubrir la apariencia.
La misma postura asumió Alberto Anaya, el lí­der nacional del Partido del Trabajo, argumentando que “Rosario Robles es nuestra amiga”.
Contento, feliz, el góber jarocho abundó: “Estoy con la conciencia tranquila. Mi única agenda es superar la crisis de seguridad, reestructurar la deuda y atraer inversiones”™”™. (Verónica Danell, corresponsal de Excélsior, Xalapa, miércoles 24 de abril)
Y en ese tenor hasta el segundo secretario de Finanzas y Planeación, Salvador Manzur Dí­az, pudo respirar, pues estaba citado para comparecer en el Congreso jarocho, con mayorí­a tricolor, para explicar su participación en los videos.
La campanita que lo salvó fue que la Comisión de Hacienda de la Legislatura está acéfala tanto en la presidencia como en la vocalí­a, porque su titular, Karime Aguilera Guzmán, renunció a la curul para lanzarse de candidata priista a la alcaldí­a de su pueblo, La Antigua, donde el huracán Karl se llevó hasta el motel familiar, en cuya puerta de entrada al paraí­so carnal solí­an colgar las fotografí­as de los candidatos del PRI a la gubernatura.
Hasta nuevo aviso. Allá por mayo. Junio, vaya usted a saber…