De acuerdo con parte de la versión publicada en Proceso número 1903, todos ellos insistieron “en que los periodistas no eran asesinados (en Veracruz) por su profesión, sino por comportamientos dudosos en sus vidas privadas --incluyendo la complicidad con el crimen organizado””o por falta de profesionalismo…” Desde luego, ha sido la misma postura repetitiva que han manifestado en otras ocasiones… Pero al mismo tiempo, en el caso de los nueve reporteros y fotógrafos asesinados en el sexenio de Javier Duarte, han tirado la piedra y escondido la mano… Por la siguiente razón: el gremio reporteril de Veracruz, sus familias y los ciudadanos interesados en el asunto seguimos esperando un informe detallado caso por caso donde muestren y demuestren con certeza, pruebas, testimonios, evidencias, circunstancias, hechos, etcétera, que, en efecto, los trabajadores de la información asesinados lo fueron por sus, digamos, amistades peligrosas y/o en todo caso, como dicen Buganza, Gina y Namiko, “por falta de profesionalismo”… Incluso, en repetidas ocasiones se ha insistido en una aclaratoria concreta y especí­fica, y en todos los casos ha predominado el silencio… Es más, de los nueve homicidios, sólo en uno han “avanzado” un poco más, como es el crimen de Regina Martí­nez, por su corresponsalí­a de Proceso; pero también con muchas dudas, en tanto, los otros expedientes de los ocho ejecutados restantes han sido archivados…

BALAUSTRADAS: si es cierto, como afirman los Buganza, los Ginas y los Namikos que los reporteros y fotógrafos asesinados lo fueron “por su comportamiento dudoso en su vida privada, incluyendo la complicidad con el crimen organizado”, entonces, y si poseen las pruebas necesarias, entonces, siguen haciendo mal en hablar con organismos internacionales sin aportar documentos jurí­dicos inapelables de la relación con el crimen organizado… En todo caso, están utilizando toda la fuerza gubernamental (polí­tica, social, policiaca, económica, etcétera) para descalificar a los reporteros ejecutados, creyendo que sólo porque son autoridad tienen la verdad de su lado… Y se equivocan, señores… Y si alguna duda existiera ahí­ está el descrédito del sexenio próspero en el paí­s y en el resto del mundo… Incluso, Rodrigo Bonilla Hastings, responsable de misiones de Libertad de Prensa de WAN-IFRA, refiere en reportaje de la periodista Gloria Leticia Dí­az, Proceso 1903, que la vocera Marí­a Georgina Domí­nguez Colí­o “empezó afirmando que en Veracruz hay 100% de libertad de expresión garantizada”… que en el Dos organismos internacionales de periodistas cuestionan la polí­tica de comunicación social del sexenio próspero caso de Regina el folio tal y no sé cuánto…que esto y aquello… “Tuvimos que pararlos, era un diálogo de sordos”… Así­, pues, quedó la postura de la directora de Comunicación Social del sexenio próspero, antigua reportera, estudiante de la facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana, ante el par de organismos extranjeros de periodistas… Es más, Bonilla Hastings concluyó: “Después de oí­r a los funcionarios de Duarte se fortalece la hipótesis de que están conscientemente queriendo borrar una parte de la realidad y mostrar otra… Es graví­simo…”

ESCALERAS: dos años con casi cinco meses después, quizá convendrí­a (sentando como hipótesis que les interesara) detenerse con serena frialdad en el camino para definir la imagen y la percepción del Estado de Derecho en el estado de Veracruz bajo el gobernador Javier Duarte… Si en verdad están ejerciendo el poder y gobernando con la Constitución General de la República por delante y/o en todo caso por encima de ella… Si hay una corriente de opinión de la clase gobernante que mueve sus acciones cotidianas, y por el contrario, existe otra realidad avasallante en la realidad real, de tal manera que la elite polí­tica va por un camino y la sociedad en su conjunto por otro… Y/o si en todo caso, el poder polí­tico, económico y social solo se está utilizando con sentido patrimonialista porque, ni hablar, es la consigna, la convicción, el objetivo, sin importar la ingobernabilidad en que hemos caí­do y sin importar, tampoco, que el tejido social, incluso hasta de los mismos priistas, se está llenando de resentimiento en contra de quienes integran el gabinete legal y ampliado del duartismo… Y es que si, en efecto, así­ estuviera ocurriendo, entonces, ni hablar, desde Agustí­n de Iturbide y Maximiliano de Habsburgo y Antonio López de Santa Anna hasta Plutarco Elí­as Calles, Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón, se ha gobernado con el mismo estilo autoritario y de exclusión, indiferencia y menosprecio, frivolidad y soberbia, y nadie ha sido castigado… Y entonces, sigan los polí­ticos agigantando la brecha entre la clase gobernante y los ciudadanos…