En Minatitlán, el hijo de Guadalupe Porras, exalcaldesa, candidato a la alcaldí­a.
En Boca del Rí­o, el hijo de Sergio Pazos de la Torre, del consorcio de la XEU, candidato a la alcaldí­a.
En Veracruz puerto, Ramón Poo Gil, candidato a la presidencia municipal.
En Xalapa, el hijo de Guillermo Zúñiga, exalcalde, exdiputado, expresidente del CDE del PRI, rector intergaláctico de la UPAV, candidato a la alcaldí­a.
En Córdoba, el hermano del dueño del periódico “El buen tono”, yerno, a su vez, del magnate Othón Porres, candidato a la alcaldí­a.
En Fortí­n, el yerno del magnate cafetalero, Domingo Muguira, candidato a la alcaldí­a.
En Martí­nez de la Torre, Eduardo Sánchez Mací­as, el dueño del periódico “El martinense!, candidato a la curul.
En Tuxpan, Gabriela Arango Gibb, hija de la propietaria del periódico “La Opinión”, de Poza Rica, candidata a la alcaldí­a.
El exlector de noticias de Telever, Tonatipriu Pola Estrada, candidato priista a la diputación local por el distrito XXI Veracruz rural.
La exconductora de Telever, Ana Guadalupe Ingram, candidata a la diputación local por el distrito XX Veracruz urbano.
Alejandra Rosas Borbonio, periodista y exconductora de radio del grupo radiofónico de los Ferráez, candidata a la alcaldí­a de Cotaxtla.
Etcétera…

II
Decenas de priistas talacheros, con años de militancia, probada lealtad y capacidad, institucionales, han sido desplazados para abrir espacios a los juniors. Amigos. Cuatazos.
En unos casos se han disciplinado una vez más y, al mismo tiempo, afiebrados para operar por abajo del agua, pues en repetidas ocasiones han quedado como ví­ctimas.
Incluso, bajados del Mucho, muchí­simo billete gastará el PRI de Veracruz para ganar la elección del 7 de julio. Y ni aún así­, la tendrán segura caballo a la mitad del rí­o cuando ya habí­an sido palomeados, y cuando como en el caso de Raúl Zarrabal Ferat, tení­an integrada la planilla de candidatos a sí­ndicos y regidores, y hasta los funcionarios de confianza.
Lo anterior se ha traducido en una inconformidad que pronto se habrá de manifestar, digamos, el 7 de julio, pues, como se sabe, el voto es secreto.
Es el PRI de Erick Lagos Hernández, el mismito que garantizara el triunfo presidencial de Enrique Peña Nieto en las urnas, y fracasara.

III
Hay, no obstante, otros hechos y circunstancias:
1.- Un hartazgo creciente y multiplicado en contra de todo lo que huele a PRI.
2.-El uso patrimonialista del poder, donde una familia se enriquece. Caso Luz Carolina Gudiño Corro, que todaví­a exige más posiciones.
3.-El enriquecimiento inexplicable cada seis y tres años de los polí­ticos en turno, sin cero rendición de cuentas. Lo peor, en la impunidad. Nadie los toca. Forman parte de la elite.
4.-Una ciudadaní­a más despierta e indignada por tanta desigualdad social, económica y cultural.
5.-El reparto del poder entre las tribus priistas. Los elegidos y privilegiados, que durante 3 y 6 años tienen el mundo a sus pies.
6.- La pobreza y la miseria de la población. Cada vez más migrantes a Estados Unidos, por ejemplo.
7.-El discurso excluyente de la elite priista: “Estás conmigo o estás contra mí­”.
8.-Un hartazgo proveniente del manipuleo de la prensa escrita, hablada y digital que tira incienso al paso del polí­tico, creando y recreando una burbuja para el polí­tico que paga.
Mucho, muchí­simo billete gastará la familia priista para ver si gana el 7 de julio…