Mal fario de gobernadores
*Arde el país de norte a sur
*Veracruz, caso excepcional
I
Ahora sí, el país arde.
Roberto Borge Angulo, gobernador de Quintana Roo, gastó 3 millones de pesos para remodelar su palco en el estadio de beisbol “Beto Avila” en el parque deportivo de Cancún, que incluye hasta un elevador privado y estacionamiento exclusivo.
Rafael Moreno Valle, góber de Puebla, quien ya se siente o sentía candidato presidencial en el 2018, está obsesionado con gastarse 400 millones de pesos para construir una gigantesca rueda de la fortuna para diversión de chicos y grandes.
Luis Velázquez
En Guerrero, Michoacán, Oaxaca y el Distrito Federal, los gobernadores han sido rebasados por la inconformidad magisterial en contra de la reforma educativa, a tal grado que hablan de un estallido social.
Pero además, en Oaxaca, el secretario General de Gobierno, Jesús Martínez ílvarez, ha renunciado al cargo, porque Gabino Cué le perdió la confianza y porque el góber es rehén de intereses internos y él estaba en medio del fuego.
En Michoacán, el góber Fausto Vallejo oscila sus días y noches entre el palacio de gobierno y el hospital, víctima de una enfermedad.
Juan Gabriel, quien cobra 180 mil dólares por presentación, y Pablo Montero, 350 mil pesos, cantan en la “fiesta sorpresa” de cumpleaños del gobernador de Chihuahua César Duarte.
Y en Guerrero, los policías comunitarios se han fusionado con los maestros en rebeldía, y el pobrecito gobernador, íngel Aguirre, se la pasa de dama de compañía de Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Turismo, que a cada rato anda por allá chambeando porque sueña con la gubernatura, donde antes despachara su padre, Juan José Francisco Ruiz Massieu, asesinado, según Ernesto Zedillo, por Raúl Salinas de Gortari.
Mientras, los alcaldes del PRD En Veracruz ningún político desea convertirse en los carniceros de hoy con el riesgo de transfigurarse en las reses del mañana denuncian que en los últimos siete años han sido ejecutadas 150 mil personas en el país, más un número igual de desplazados y 27 mil desaparecidos.
Lo peor: según los presidentes municipales en los cuatro meses y medio de Enrique Peña Nieto han sido asesinadas 34 personas al día en promedio.
Lo bueno es que en Veracruz, en el discurso de Alto Lucero, el gobernador ha asegurado al mundo que la tierra jarocha “está fuera de la lista negra de la violencia y la inseguridad”.
El periódico Notiver publicó la noticia de la siguiente manera: “De la lista negra pasamos a la lista roja…”
II
En contraparte, el góber de Chiapas, Manuel Velasco Coello, de 33 años, ha encarcelado a 13 exalcaldes pillos y ladrones, y todo indica que va atrás de los huesos de su antecesor, Juan Sabines.
Y en Tabasco, el góber del PRD, Arturo Núñez, ha declarado la guerra a su antecesor, Andrés Granier, y a sus hijos acusados de pillaje y malversación de fondos, y por lo pronto tiene al contador de Granier en la cárcel.
Por fortuna, en Veracruz, los políticos del sexenio anterior fueron ángeles de la pureza, y si en efecto, han sido denunciados por desviación del recurso público por más de mil 600 millones de pesos cometidos por exediles a partir del año 2004 a la fecha, todo quedó en el anuncio mediático.
En todo caso, y para tapar el sol con un dedo, solo fueron privados de su libertad unos cuantos exediles, todos de pueblos indígenas y rurales.
En tanto, ningún alcalde de municipio fuerte, poderoso, importante, fue tocado ni con una línea ágata.
Por el contrario, en unos casos han sido postulados una vez más por el partido tricolor como candidatos a las alcaldías y las diputaciones locales.
Además, un montón de constructoras de Veracruz fueron denunciadas por un mal uso de mil millones de pesos hasta en el noticiero estelar de Televisa, a cargo de Joaquín López Dóriga, y semanas después, el contralor Iván López anunció “borrón y cuenta nueva”.
Ni hablar, en Veracruz nadie desea convertirse en los carniceros de hoy para evitar el riesgo de transfigurarse después en las reses del mañana…

