Hipótesis 1: si a las trabajadoras sexuales llaman “sexoservidoras”… a cambio de un pago, entonces, los “texto-servidores” escribirí­an el discurso periodí­stico a cambio de un billetito. (Las 30 monedas de Judas, las 20 monedas que recibiera el indio yaqui de los realistas para cortar la cabeza a Miguel Hidalgo, los cañonazos de 50 mil pesos de ílvaro Obregón que ningún general resistí­a).
Hipótesis 2: si de acuerdo con las novelas y pelí­culas, las “sexoservidoras” suelen tener un “padrote”, alguien que las regentea y las protege de los abusos y excesos policiacos, entonces, los “texto-servidores” tendrí­an “una mano que mece” en ningún momento su cuna, sino el bombardeo de palabras contra el adversario y/o el enemigo.
Hipótesis 3: si las ”˜”sexoservidoras” suelen ser cooptadas, por ejemplo, por tratantes de blancas, para como en el caso de las mujeres de Veracruz migrantes a Estados Unidos, atender 50 servicios sexuales sólo fines de semana, entonces, los “texto-servidores” podrí­an tener varios amos pues, ya lo dijo el filósofo de Nopaltepec que antes dijera Vicente Fernández en su primera pelí­cula “Tacos al carbón” (1971, con Resortes, Mantequilla y El comanche), hay “texto-servidores” que no tienen llenadera.
Hipótesis 4: si para una “sexoservidora” lo importante al final del dí­a es el billete (la mayor parte de los casos para llevar dinerito a casa para los hijos), entonces, los “texto-servidores” también actúan como premisa con el mismo objetivo, el mismo ideal, bajo la inteligencia de que el único patrimonio de un hombre es la familia.
Y por tanto, una y otra parte quedan glorificados.
Hipótesis 5: hay “sexoservidoras” de gran linaje que actúan como una Mata Hari (1876-1917), la famosa odalisca, actriz y espí­a rusa “de medio pelo” en la Primera Guerra Mundial, que enloquecí­a por el uniforme y las botas de los militares, escenificada en la pantalla, entre otras, por Greta Garbo, Jeanne Moureau, Isadora Duncan y Sylvia Kristel y, por tanto, hay “texto-servidores” que se cotizan en el mercado jarocho por, digamos, la pluma, pero también, por la lengua venenosa que tienen, y de igual manera por espiar (también “de medio pelo”) a la gente incómoda a la elite polí­tica de Veracruz y pasar un reporte al jefe, y/o a la jefa, según el caso.

DE MARíA MAGDALENA A LOS “TEXTO-SERVIDORES”

Hipótesis 6: en la historia del mundo hay “sexoservidoras” que primero lo fueron y después alcanzaron la estatura y la dimensión de hasta “primera dama”. El último caso podrí­a ubicarse con Silvio Berlusconi, quien impusiera como diputadas a una parte de su harem, integrado hasta por menores de edad.
Y desde tal mirada los “texto-servidores” también han ascendido en el desempeño de su labor y luego de un trabajo mediático descubrieron su vocación polí­tica y ahí­ andan, trepados en los cuernos de la luna.
Hipótesis 7: a partir de la llamada globalización, el concepto de “sexoservidoras” incluye, además, a hombres. También, claro, les llaman homosexuales, gays, diversidad sexual, el más alto grado de civilización.
Y por tanto, entre los “texto-servidores” habrí­a “machos-machos” y “macho menos”, para que nadie quede excluido.
Hipótesis 8: algunas “sexoservidoras” famosas de la historia (el lector ya las conoce) llegaron a tener tanta influencia polí­tica en méritos ganados en el tálamo… que impusieron a funcionarios.
Y a partir de la referencia histórica, y por un movimiento de ósmosis sociológica, los “texto-servidores” apuestan ahora a influir para el nombramiento del nuevo rector de la Universidad Veracruzana la última semana de agosto cuando la Junta de Gobierno, integrada por nueve académicos notables (cinco de Veracruz y cuatro del altiplano), tomen la decisión.
Hipótesis 9: la “sexoservidora” más famosa de la historia es Marí­a Magdalena, la mujer que cuando conociera a Jesús resucitara a la vida limpia y que, incluso, originara la defensa apasionada de Jesús con la siguiente frase bí­blica: “Aquel que esté limpio de pecado… que tire la primera piedra”.
Por eso, habrí­a de revisar si algún “texto-servidor” pudiera arrepentirse de sus pecados y renacer, digamos, a la vida eterna como Marí­a Magdalena.
Del twitter de Gina Domí­nguez Colí­o: ”@ginadomc “@expedientemx La descalificacií²n y la diatriba no deberí­a ser el eje de la opinión pí¹blica, sea quien sea el autor. Mis respetos al maestro”
“@expedientemx No comparto su percepción de las cosas, respeto su opinií²n y siempre tengo y tendré presente al maestro de comunicación”

CON UN EMBUTITO TODO QUEDA ARREGLADO

Pero antes, claro, antes… habrí­a de quitar la máscara (cuando menos identificar) a los “texto-servidores”.
Más aún, precisar el nombre de sus amos.
He aquí­ algunas caracterí­sticas:
Un “texto-servidor” es aquel que se pitorrea de José López Portillo cuando dijera “no te voy a pagar… para que me pegues”, pues lo mejor en la vida “texto-servidora” es cobrar para pegarle al negro. (Ronald Reagan lo decí­a a la prensa como presidente de Estados Unidos: “Estás conmigo o estás contra mí­”)
Un “texto-servidor” es aquel que idolatra a Porfirio Dí­az Mori por haber descubierto que, en efecto, para salvaguardar la buena relación entre gobierno y prensa necesita darse 2una maiceada” a los trabajadores de la información.
Un “texto-servidor” es aquel que también adora al general ílvaro Obregón (por cierto uno de los héroes del presidente Enrique Peña Nieto, de quien escribió su tesis) por descubrir que “los cañonazos” tienen precio y son 50 mil pesos (de aquel entonces) que ahora habrí­an de traducirse al valor actual.
Un “texto-servidor” es quien tiene en su alcoba una estampita con la foto de Gustavo Dí­az Ordaz, el asesino de Tlatelolco, porque mostró el puño a los reporteros incómodos, primero, con un embute; segundo, con una beca en el extranjero; tercero, con un conflicto sindical creado exprofeso en el medio; cuarto, en caso de resistirse, con un incendio provocado en la madrugada en su periódico, y quinto, con el exilio por el resto del sexenio.
Así­, el “texto-servidor” inteligente y talentoso, vivillo y vivaracho entiende de inmediato que con un “chayotito” las diferencias se arreglan de inmediato.

CORRE COMO PATO, GRAZNA COMO PATO…

Bajo tales referencias históricas, habrí­a de identificar, por un lado, a los “texto-servidores” de Veracruz; por el otro, el nombre de los polí­ticos encaramados en el sexenio próspero que “maicean” a los plumí­feros, donde se incluyen tanto de la prensa escrita, hablada y digital, como la red de tuiteros que suelen despotricar en manada en contra del reportero y/o el polí­tico incómodo e indeseable.
Sus caracterí­sticas, entre otras, son las siguientes:
Una: disponen de un presupuesto millonario para comprar plumas y rafaguear a enemigos y adversarios.
Do: el dinero público que les han autorizado nunca está sujeto a transparencia ni rendición de cuentas.
Tres: suscriben alianzas editoriales (así­ llaman ahora a lo que en el siglo pasado se llamaba “convenio2, también embute) con los tundeteclas que se vuelven moldeables.

DE LA SUMISIÓN A LA INSUMISIÓN

Cuatro: en caso de insumisión (digamos, el pecado mortal de dar espacio a otras voces), les suspenden el pago mensual de la alianza editorial con su medio para apretarlos. (Y si se disciplinan, les abren la llave).
(Por ejemplo, a partir del 16 de marzo, 2011, blog.expediente.mx tocó las puertas de ocho periódicos de norte a sur de Veracruz para ofrecer el servicio periodí­stico como agencia informativa. Dueños de medios y portales contestaron de la misma manera: “Si contratamos tu agencia, Gina nos suspenderá el convenio”. Otros casos paralelos (con diferentes tonalidades) han sido Carlos de Jesús Rodrí­guez, Andrés Timoteo Morales, Maryjose Gamboa (Megacable y FM), Verónica Danell (Excélsior, XEU y Megacable).
La contraparte de los “texto-servidores” son, entre otros, los siguientes trabajadores de la información:
Fotógrafo Félix Márquez, corresponsal de Cuartoscuro, despedido de la XEU, ví­ctima de Arturo Bermúdez.
Fotógrafo Darí­o Bello, del Diario de Xalapa, agredido por un agente de tránsito, dependiente de Bermúdez.
Fotógrafo Arturo Rosas, de alcalorpolitico.com, embestido por policí­as al servicio de Bermúdez.
Reportero René Izaguirre Huesca, de Martí­nez de la Torre, de “Expresión”, acosado por un policí­a de Bermúdez.
Edgar Juárez Gómez, de “La opinión” de Martí­nez de la Torre, agredido por un policí­a de Bermúdez.
Reportera Julia Rincón, de El Mundo de Córdoba, corresponsalí­a en Huatusco, embarazada, agredida por un empresario cuando le tomaba una foto.
(En los años 2011 y 2012, el sexenio próspero inculpó a carteles de los asesinatos de nueve reporteros y fotógrafos. Incluso, hasta acuñaron el término de narco-periodistas, al mismo tiempo que narco-polí­ticos y narco-empresarios, sin pruebas, testimonios, coincidencias y evidencias… hasta anoche).
(Así­, de los señores de la droga involucrados en crí­menes de trabajadores de la información, ahora en 2013 hemos pasado a policí­as como autores fí­sicos de atentados a fotógrafos y reporteros. ¿Quién será el autor intelectual).
(Además, si la insumisión es castigada así­ en el Veracruz próspero, la sumisión también es premiada de la siguiente manera: nueve personas ligadas a los medios fueron ungidas como candidatos priistas a diputados locales como pago a los favores prestados a la patria, y cuyos nombres han sido cacareados: uno en Tuxpan, otro en Poza Rica, tres en el puerto jarocho, uno en Córdoba, uno en Martí­nez de la Torre, uno en Tierra Blanca y otro en Coatzacoalcos… Más las sorpresas que pudieran darse en el registro de las candidaturas a las alcaldí­as).

CADENA DE TUITEROS A SUELDO

Cinco: los encargados de “maicear” a los medios son hábiles y zorrunos, pues nunca cometen la torpeza de exigir el cese de un reportero, un fotógrafo, un camarógrafo, un conductor incómodo, pero les recuerdan que si continúan con su liberalismo periodí­stico, entonces, ni hablar, “o están con ellos o están contra ellos”, y por añadidura, perderán la alianza editorial.
Seis: suelen tirar la piedra y esconder la mano, sosteniendo un doble, triple, discurso. Por un lado, se cortan las venas por el artí­culo sexto de la Constitución General de la República; por el otro, bombardean a los indeseables.
Siete: también utilizan las redes sociales (cadenas de tuiteros a sueldo y a modo) para denigrar, calumniar, intrigar y difamar, pues en el mundo del anonimato cibernético todo es posible.
Ocho: cada vez que ONG de periodistas del paí­s y del extranjero se ocupan del jefe máximo, inventan premios de autoalabanza y de paso reparten como volantes doctorados Honoris Causa, aunque les tiren huevos estrellados en la ceremonia. Y de ser necesario, y sólo “asegún” para lavar la afrenta, contratan a ex jueces internacionales.

EL SECRETO MEJOR GUARDADO

Con todo, el secreto polí­tico mejor guardado en Veracruz es el gasto millonario en comunicación social.
En repetidas ocasiones desde blog.expediente.mx se ha solicitado a la dirección de Comunicación Social del gobierno del estado, y en base a la ley de Transparencia y Acceso a la Información, la lista de los convenios mensuales (alianza editorial le llaman) con la prensa escrita, hablada y digital, el monto y las razones.
Y en todos los casos la respuesta ha sido la indiferencia, el menosprecio y el silencio, cuando se trata de un recurso público captado en la secretarí­a de Finanzas y Planeación por el impuesto pagado por el contribuyente.
Incluso, unos secretarios del gabinete estatal revelan que mientras hay un programa de austeridad y todos andan reducidos, el dinero de SEFIPLAN fluye “constante y sonante” para la vocera, pues el objetivo es mantener la lealtad de los medios.
POSDATA: Saludos a los “texto-servidores” de Veracruz y. de paso, a los jefes de prensa de las dependencias estatales y municipales, partidistas y legislativas, que en el camino han logrado la lealtad de la mayor parte de los dueños de los medios y de los trabajadores de información general… a cambio del embute, en vez del respeto ganado a partir de los hechos y resultados de las polí­ticas públicas para abatir la terrible, espantosa, creciente y multiplicada desigualdad social, económica y cultural de un Veracruz donde tres familias (los Chedraui Obeso de Xalapa, Chahí­n de Orizaba y Ruiz Ortiz de la zona conurbada Veracruz-Boca del Rí­o) poseen más del 60 por ciento de la riqueza estatal.
Pero además, en un Veracruz donde cada seis y tres años aparecen nuevas riquezas en manos de polí­ticos y familias, y que de acuerdo con Latinobarómetro han perfilado a México como uno de los paí­ses más deshonestos del planeta, y por añadidura, en el ranking de la impunidad.