Expediente 2012
Al poder Barbies de Doña Elizabeth…
Luis Velázquez
03 de agosto de 2012

Ahora que Veracruz anda metido en “los pueblos mágicos” y en los récord Guiness y en nombre de la equidad de género, la alcaldesa de Xalapa habrí­a de ser declarada la mujer polí­tica del año en el paí­s.
Y más porque ninguna otra dama podrí­a ubicarse como la más ambiciosa y obsesiva con el poder polí­tico.
Incluso, hasta se convertirí­a, quizá ya es, en el í­cono de los pobres del antropólogo Oscar Lewis y de “Los olvidados” de Luis Buñuel… como un método de superación personal.
Los pobres que tanto amó Jesús…
Por lo siguiente: iniciada como conductora en la televisora oficial, propiedad del gobierno, se trepó en el hambre de los pobres para darse a conocer y tan bien le ha ido que, de pronto, fue la única garantí­a para el priismo de salvar al partido de una derrota electoral en Xalapa.
Así­, y con una campaña financiada con cargo al erario público, llegó a la diputación federal, tomando posesión en septiembre del año 2009.
Pero 6, siete meses después, codeándose en el Congreso federal con 499 legisladores más, escuchó el canto de las sirenas, abandonó la curul federal dejando inconcluso el cargo público que, dice la Constitución General de la República, es irrenunciable, a menos, claro, que el titular sea tumbado, digamos, por una enfermedad, entre ellas, el amor, pues de amor también se muere.
Y una vez más, y con otra campaña electoral financiada con el erario público, la alcaldesa de Xalapa llegó a su segundo cargo, antes que el gallo cantara tres veces.
Desde la presidencia municipal, la jefa máxima de las Barbies jarochas, Elizabeth Morales, ha rebasado a otras polí­ticas priistas, como por ejemplo, Beatriz Paredes Rangel y Marí­a de los íngeles Moreno, dado su poder polí­tico acumulado en tan poco tiempo.
Por ejemplo.

DUEÑA DE ALCALDíA Y CURUL DE XALAPA

De cara a la elección de alcaldes y diputados locales en el 2013 su dedo está listo para imponer a las siguientes candidatas, sus favoritas: 1.- La sensual Shariffe Osman, para la alcaldí­a de Emiliano Zapata, también conocido como el paraí­so de las Barbies, y a quien luego de su aventura en altamar en un yatecito, impuso como secretaria general adjunta del CDE del PRI, con el Silvio Berlusconi del sexenio próspero, “Eel jefe Lagos”™”™.
2.- A otra de sus Barbies preferidas, Erika Ayala, la tiene como secretaria general del CDE del PRI en segundo periodo partidista, es senadora electa suplente al lado de Héctor Yunes Landa y sopesan la candidatura a la diputación local.
Y más, por lo siguiente: la regidora Barbie, Corintia Cruz Oregón, suplente de Ainara Rementerí­a Coello, suspira por la curul local y ahí­ las Barbies, con Elizabeth Morales al frente, se darán un agarrón.
3.- La alcaldesa tiene como candidata a la presidencia municipal de Xalapa a su Barbie consentida, Michelle Serví­n, directora del DIF, y con quien desde los tiempos de “Usted no está solo” caminan juntas por la vida y ahora por la polí­tica.
Activista en la campaña electoral de los candidatos a senadores, patrocinadora desde el DIF de los comités seccionales del PRI, divorciada, ha dispuesto de todo el tiempo del mundo para la militancia priista y Michelle Serví­n está lista para quedarse con la silla embrujada del palacio de la capital.
Por eso es que con sus tres candidatas, doña Elizabeth ha alcanzado la plenitud en el ejercicio del poder y merece el tí­tulo de la mujer priista más influyente de norte a sur del paí­s.
Claro, guardadas la distancia, pues se dirí­a que Ivonne Ortega pasará de la gubernatura al gabinete de Enrique Peña Nieto como también Cristina Dí­az, de la secretarí­a general del CEN del PRI a la senadurí­a, y luego enseguida a la talacha para la candidatura a la gubernatura de Nuevo León.
Y el caso insólito de Rosario Robles, que de jefa de Gobierno del Distrito Federal y exlideresa nacional del PRD ahora alista maletas para incorporarse al gabinete de Peña Nieto, luego de reponerse de su mal de amor con el playboy argentino, Carlos Ahumada.
Pero, bueno, con todo, lo interesante es lo siguiente: doña Elizabeth ha cuajado tanto en tan poco tiempo en la polí­tica local que sus Barbies la miran ya, con su jefecita de prensa por delante, Vicky, como la primera candidata priista a la gubernatura de Veracruz en el año 2016.
Desde luego, si la Blanca Nieves de la alcaldí­a jarocha, Carolí­gula, lo permite.

SABED, BARBIES DE VERACRUZ…

Por eso las Barbies de norte a sur de Veracruz a quienes pique el gusanito de la polí­tica deben saber que en Xalapa hay una oportunidad de oro para alcanzar el estrellato en menos tiempo del que San Pedro negó a Cristo ante el soldado.
Y si las Barbies tienen el porte de, por ejemplo, la edecán del IFE, cuyas bubis y pompis enloquecieron de manera vitriólica a Gabriel Quadri en el debate, apúrense en tocar la puerta de la alcaldí­a xalapeña.
Su presencia en palacio oliendo a Channel 5, el perfume que Marilyn Monroe se aplicaba 5 gotitas cada noche para esperar con un negligee al presidente John Kennedy y considerado el perfume preferido de doña Liz, con vestidos de seda, zapatos Prada y una bolsita Louis Vuitton, bastará para entrar al reino de los cielos, y por añadidura, de la polí­tica.
Anote usted el antecedente: Shariffe. Michelle. Erika. Corintia.
La seducción hecha polí­tica.
¡Suerte a todas!
Y más, por lo siguiente: el jueves dos de agosto, al mediodí­a, en el restaurante “El parrillaje”, en la plaza Angelópolis, de Puebla, doña Elizabeth apareció acompañada de una Barbie de petatillo, como las que vende Ricardo Ahued en su negocio, para solicitar mesa como anticipo a un sabroso fin de semana.
En tanto, a su lado los guaruras la escoltaban y en la camioneta blindada otras Barbies esperaban el aviso para entrar, despampanantes, todas juntas, al centro turí­stico.
Y es que mientras la alcaldesa se desvive por hacer felices a sus Barbies con comelitonas de primer mundo y shopping, con cargo al erario, en Xalapa, la población electoral padece la falta de servicios públicos y se harta más, mucho más de los polí­ticos mesiánicos, dueños absolutos del poder social y económico.
Por eso en Xalapa, el PRI sigue desplomándose.