Audirac, la piñata sexenal
•Cinco titulares en SEFIPLAN
•Mejor un capataz porfirista
PASAMANOS: Los días que corren son como un tsunami para el quinto secretario de Finanzas y Planeación, Mauricio Audirac Murillo, quien, todo indica, fuego amigo desde una parte de los medios le están avisando que será renunciado... El pretexto es uno solo: el estado caótico de las finanzas... Y, al mismo tiempo, la mala administración
Luis Velázquez
Y/o, en todo caso, maniatado con una camisa de fuerza, aguantando vara con el caos económico y financiero heredado (la deuda, los proveedores cobrando, cero obra pública, quinto año de austeridad, exceso de burocracia, los trastupijes descubiertos por la Auditoría Superior de la Federación, la retención de participaciones federales, un Veracruz colapsado, etecé, etecé), todo mundo rafaguea a Audirac como si fuera la piñata sexenal del momento… Habría de recordarse que de acuerdo con el hábito oficial de enviar calambres a través de los medios, al titular de SEFIPLAN han avisado que hay tres posibles relevos, a saber: Juan Aguilar de la Llave, René Mariani y Carlos Aguirre Morales, quien fue secretario interino luego de la renuncia de Salvador Manzur Díaz y también se desempeñó como tesorero de SEFIPLAN cuando Javier Duarte despachaba como subsecretario y secretario de Finanzas en el fidelato, famoso en las redes sociales por contratar a Belinda para el cumple de su hijita… Pero, además, la renuncia de Audirac la abona su enemigo público número uno, manifiesto y declarado, el contralor Ricardo García Guzmán, el cacique huasteco con quien trae pleito descarnado, pues el exalcalde de Pánuco y exdiputado local quería SEFIPLAN… Más todavía: el fuego amigo sostiene veinte y las malas que parte del hoyo gigantesco, cráter lunar, de las finanzas está en que el quinto titular de SEFIPLAN llegó con unos cien asesores, con la visión de Estado del llamado “año de Hidalgo” para terminar de saquear lo poco que resta, luego de los años sórdidos y turbulentos vividos con sus antecesores…
BALAUSTRADAS: En menos de cuatro años del sexenio próspero, Javier Duarte ha tenido cinco titulares en SEFIPLAN… El genio del SAT, Tomás Ruiz González…Su compadre, Salvador Manzur Díaz, licenciado en Economía y exsubsecretario de Finanzas en el sexenio anterior… Carlos Aguirre Morales, tesorero en el fidelato…Fernando Chárleston Hernández, cuaderno de doble raya de Duarte, y uno de sus asesores en SEFIPLAN durante el fidelazgo… Y Audirac…Ahora, ni hablar, estaría por llegar el sexto…Y, bueno, a ojo de buen cubero se trata de un exceso de secretarios, lo que de entrada significa que quien está mal es el jefe máximo, en ningún momento los titulares que han pasado por ahí… Quizá los cuatro anteriores, y Audirac si también es relevado, se habrán ido porque resulta difícil trabajar con el gobernador y, por tanto, es complejo entenderse y comprenderse Con Agustín Acosta Lagunes, mucha administración y poca política. Con Fidel Herrera, mucha política y poca administración. Y con Javier Duarte, ni política ni administración entre sí… Acaso habrán emprendido la huida porque el jefe máximo coarta la libertad para trabajar y desea reproducir el modelo de Fidel Herrera con su SEFIPLAN a partir de un autoritarismo fuera de serie, irracional…Quizá se fueron porque se hartaron de los trastupijes...Acaso, porque al gobernador le vale tanto la política como la administración y ejerce el poder y actúa como jefe del Poder Ejecutivo por mero instinto, dada su juventud y su ascenso al trono imperial en forma vertiginosa, sin fogueo en el campo de batalla… El caso es que si con Porfirio Díaz existió mucha administración y poca política y con Agustín Acosta Lagunes también mucha administración y poca política y con Fidel Herrera mucha política y poca administración, todo indica que con Javier Duarte ni política ni administración y, por tanto, el casos económico y político que se está viviendo…Además, el temperamento del jefe máximo también cuenta y con frecuencia es decisivo para seguir trepado en el barco o, de plano, tirarse en medio del océano…
ESCALERAS: Tomás Ruiz, Carlos Aguirre y Fernando Chárleston junior se fueron de SEFIPLAN sin que existiera de por medio transparencia y rendición de cuentas sobre las razones fundamentales de sus salida… En el caso de Salvador Manzur, el mundo político sabe que fue un manotazo del presidente Enrique Peña Nieto por el descarrilamiento del Pacto México, no obstante, incluso, que Duarte lo quiso mantener hasta el último instante… Y si Mauricio Audirac es despedido entonces quedará confirmado que el piloto de la nave próspera está mal en su visión de Estado y en su filosofía política y social de la administración pública… En todo caso, y ante el inminente descrédito por tantos cambios en SEFIPLAN, mejor convendría nombrar a un encargado del despacho, algo así como un capataz de hacienda porfirista que se reduzca a cumplir órdenes, en la inteligencia que si sobreviene el caos que cada quien apechugue…Lo peor del asunto es que los diputados locales y federales y los senadores y los líderes de los partidos políticos están mirando la tempestad que cada vez más hunde al barco duartista, y nadie levanta la voz para evitar el naufragio, que en ningún momento es de Javier Duarte, sino incide en la calidad de vida de los 8 millones de habitantes de Veracruz…
POSDATA: Desde hace varias semanas el duartismo anuncia la salida de Mauricio Audirac como el quinto secretario de Finanzas y Planeación en la pasarela mediática y el cuenqueño fidelista ahí sigue…Está resistiendo el fuego amigo…Si renuncia quedará manifiesto un hecho: si un profesor reprueba al 50 por ciento de los alumnos quien está es el maestro… Si un gobernador llega al sexto titular de SEFIPLAN, quien está mal es el gobernador…