Indolencia de Callejas Arroyo
•Enfermo de corazón y diabetes
•También del riñón y un ojo...
I
Uno es el tiempo político de Javier Duarte, JD. Otro, el tiempo del Instituto de Pensiones con Armando Adriano Fabre, que se conjugan. Y otro el tiempo político del profe Juan Nicolás Callejas Arroyo, coordinador parlamentario del PRI en la LXIII Legislatura.
Luis Velázquez
Pero el tiempo del cacique magisterial le da en la torre al tiempo del IPE y de JD.
Por ejemplo, hace un mes el IPE solicitó al Congreso “proponer al pleno un punto de acuerdo en el que autoricen a los ayuntamientos incorporados al IPE para que previa aprobación del Cabildo suscriban convenio con SEFIPLAN y el IPE, para que le sean retenidas de sus participaciones federales… el importe de las cuotas y aportaciones de los trabajadores incorporados al instituto”.
En total, 136 alcaldes adeudan unos 120 millones de pesos al IPE por concepto de cuotas patronales.
Y, sin embargo, Callejas Arroyo y su presidenta de la Mesa Directiva, diputada Octavia Ortega Arteaga, en el limbo, viviendo ambos en el paraíso terrenal, buena vibra, buena química, buen karma.
Y, bueno, se entiende, en ningún momento se justifica, la indolencia, digamos, entre otras razones por las siguientes:
Uno. Callejas Arroyo está enfermo y sus males lo vetan y lo vedan para un activismo político como en otros tiempos, “en la plenitud física del pinche poder”.
Dos. Callejas Arroyo está enfermo del corazón, la diabetes, el riñón y de un ojo.
Y así resulta difícil pastorear a los 49 diputados locales y a los líderes estatales y regionales y municipales de la sección 32 del SNTE.
Tres. Anda tan mal el profe y cacique que con frecuencia arrastra un tanque de oxígeno pues tiene insuficiencia respiratoria.
Tal cual, al paso que va terminará como Juan Simbrón, el indígena papanteco mítico que desde Rafael Hernández Ochoa era utilizado como el gurú político de cada gobernador, a tal grado que, incluso, el gobierno de Veracruz ya piensa, como gran obra pública del sexenio, poner su nombre a un museo.
Al ratito, el festival Tajín se llamará el Tajín de Juan Simbrón.
El palacio Legislativo podría ser rebautizado con el nombre de Palacio Legislativo Juan Nicolás Callejas Arroyo.
II
Desde meses anteriores, los 136 alcaldes se han resistido al pago de la cuota patronal de los burócratas municipales asignados al IPE.
El director ha tocado las puertas y cabildeado con los alcaldes y, sin embargo, la respuesta ha sido el silencio.
En muchos casos se excusan argumentando Si Juan Nicolás Callejas Arroyo está enfermo del corazón, la diabetes, un riñón y un ojo, entonces que su cuaderno de doble raya, la diputada Octavia Ortega Arteaga, resuelva los pendientes que el gobierno de Veracruz les retrasa el pago de las participaciones federales, por ejemplo.
Sin embargo, la ley es clara: Las autoridades edilicias como patrones deben cumplir con el artículo 20, fracciones I y IV de la ley 297 de Pensiones del Estado de Veracruz.
Pero se trepan en su macho.
En contraparte, si Callejas Arroyo está mal y a diferencia de los generales de América Latina en el siglo pasado que morían en sus camas rodeado de los suyos desea morir en el campo de batalla, entonces, su amiga entrañable, la diputada Ortega Arteaga, bien pudiera cumplir con la solicitud del IPE.
Pero de igual manera, le vale.
En unos días se cumpliría el primer mes de la solicitud del IPE al Congreso local, oficio número DG/6000/051/2015, y una vez más quedará mostrada la indolencia con que gobiernan y ejercen el poder.
III
Al ratito, y por ejemplo, los pensionados se lanzarán a la calle reclamando el pago de la pensión.
Y ni modo que el IPE inculpe a los alcaldes del atraso en los pagos de la cuota patronal.
Peor tantito si se considera lo siguiente:
Armando Adriano Fabre también solicitó el auxilio del secretario de Finanzas y Planeación, Mauricio Audirac Murillo.
Pero como se trata de un acuerdo que necesita según la ley provenir del Congreso, entonces también está parado.
Más cuando en los días que corren desde hace unas semanas en unas columnas periodísticas están renunciando al titular de SEFIPLAN como parte, digamos, de un fuego amigo.
Mientras tanto, cada presidente municipal sigue contratando personal dándole de alta en el IPE y, por consecuencia, agravando más sus finanzas.
Con tantas enfermedades, Callejas Arroyo debiera estar en uno de sus dos ranchos, dictando sus memorias como una especie de decálogo a los líderes sindicales para perpetuarse en el trono imperial y faraónico.
POSDATA: La Barbie que se dice favorita, Cortina Cruz Oregón, quedó en el número 14 y Érika Ayala en el número 18 de la lista pluri del CDE del PRI para diputada federal… De hecho y derecho, las dos nacidas para perder…Y, bueno, se trata de una tomadura de pelo…Las engañaron y las estafaron, a menos, claro, que el PRI sufra estrepitosa derrota con sus abanderados a diputados uninominales…