Aumenta deuda municipal
•Congreso se lava las manos
•Culpan a Hacienda Federal
I
Peca de ingenuo el maestro Tomás Bustos Mendoza, secretario de Fiscalización del Congreso, cuando, como Poncio Pilatos, se “lava las manos” sobre la deuda pública de los municipios que están, dice, “más allá del endeudamiento”.
Luis Velázquez
Incluso, “se cuelga y se la jala”, como reza el adagio popular, y de igual manera que el secretario de Finanzas y Planeación, Mauricio Audirac Murillo, culpando a la Federación, oh paradoja, del atraso de las participaciones federales a los alcaldes, también asegura que la deuda de cada municipio la tiene registrada la Secretaría de Hacienda (Jair García, 25 de febrero, 2015).
Por las siguientes razones:
Uno. Entonces, ¿en qué consiste el trabajo del secretario de Fiscalización del Congreso, si no es, en efecto, y entre otras cositas, llevar una bitácora de la espantosa, creciente, sórdida y bajo sospecha deuda pública de los alcaldes; pero también del gobierno de Veracruz?
Dos. Entonces, ¿cuál es la chamba del Congreso de Vigilancia del Congreso… que autoriza la deuda de los alcaldes y del gobierno del estado?
Tres. Entonces, ¿cuál es el seguimiento del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, en materia de deuda pública?
II
Peor tantito.
El secretario de Fiscalización del Congreso también se “lava las manos”, oh pequeño Poncio Pilatos, diciendo que algunos alcaldes “disfrazan la deuda pública, la ocultan o simplemente se equivocan con las cifras”.
¡Ay, Poncio!
¿Cómo…. que se “equivocan con las cifras” cuando tienen un tesorero municipal y un contralor y un auditor interno y otro externo y cuando, en efecto, y además, tal cual es la tarea fiscalizadora del Congreso y del ORFIS?
¿Cómo… que los alcaldes “la ocultan” como si fueran, digamos, unos chamacos?
Sólo faltaría descubrir si Tomás Bustos Mendoza estaría reproduciendo el modelo de Jorge Carvallo cuando era líder de la bancada priista en el Congreso local y tenía como secretario de Fiscalización a Marlon Ramírez y según la fama pública entre ambos tenían un despacho contable itinerante (para evitar huellas fiscales) que asesoraba a los municipios y les cobraba buena tajada.
III
Si los presidentes municipales están “más allá del límite permitido” en la deuda pública, los culpables son la Secretaría de Fiscalización del Congreso, la Comisión de Vigilancia del Congreso integrada por once diputados locales y el ORFIS.
Y cuando el funcionario dice que “a nosotros no nos corresponde verificar esta deuda”, vaya contradicción, pues si la autorizan…por añadidura, están obligados (¿conocerá Bustos Mendoza la ética y la moral pública?) a darle seguimiento.
Por eso la dependencia se llama El secretario de Fiscalización del Congreso, Tomás Bustos Mendoza, culpa a la Secretaría de Hacienda del incremento en la deuda de los municipios de Veracruz, pues sólo ellos, dice, llevan la bitácora… ¡Pobrecito! Secretaría de Fiscalización, derivada del verbo fiscalizar, estar pendiente, vigilar, escudriñar, aplicar la lupa, dudar, y dudar de todo.
Y más cuando México ocupa uno de los primeros lugares mundiales en corrupción política.
Y más cuando el último reality show de la deuda pública municipal, de los años 2004 a 2008, denunció que más de cien alcaldes habían ordeñado el presupuesto con mil millones de pesos, y de los cuales, por cierto, sólo fueron detenidos unos 15 exediles charalitos, pues el resto recibió el pitazo a tiempo para huir, como aquella exalcaldesa del norte de Veracruz, dueña de un zoológico particular, que anduviera en Estados Unidos de pueblo en pueblo, a salto de mata.
IV
El funcionario se ampara diciendo que “las reformas jurídicas dan más facultades al órgano del Congreso para detectar anomalías”.
¡Vaya forma de seguir lavándose las manos, cuando todos estamos viendo la tempestad y Tomás Bustos “sigue trepado en su macho”!
V
La deuda pública tanto de los gobiernos federales, estatales y municipales es un asunto de seguridad nacional y que en ningún momento inició ahora.
Bastaría referir que hace 450 años antes de Cristo en México ya estaba acuñado “el año de Hidalgo” y que, por desgracia en la práctica, el año de Hidalgo son los tres años de cada Ayuntamiento y los seis años de cada gobernador y cada presidente de la República.
Por eso la irresponsabilidad del secretario de “curarse en salud” cuando, dado el lodazal en que andamos, ni un crédito más habría de autorizar el Congreso a los alcaldes.
Pero en fin, “el peor sordo es aquel que se resise a oír”.
Y, por tanto, a seguir todos los políticos “ordeñando la vaca”.
POSDATA: Imparables los robos y asaltos en fraccionamientos de Boca del Río… De pronto, zas, aumentaron y todavía el alcalde Miguel íngel Yunes Márquez está pensando en solicitar apoyo a la Secretaría de Seguridad Pública, cuando está visto y comprobado que es un apestado para el duartismo… Por eso, en algunas unidades habitacionales se han organizado para el Vecino Vigilante día y noche, marcando, incluso, una raya con la autoridad edilicia… Las peores pesadillas las están viviendo en los fraccionamiento Virginia, Jardines de Virginia, Hípico, la Petrolera y Costa de Oro, con todo y que muchos vecinos tienen un guardia nocturno…