61 años de la Facultad de Comunicación UV
•Los periodistas egresados son los que más lustre han dado a la casa de estudios
•La escuela Carlos Septién, la más antigua del país, sigue fiel a sus orígenes académicos de formar reporteros
•Se reinventan o será una fábrica de desempleados
La facultad de Comunicación, antes Periodismo, de la Universidad...
Luis Velázquez
Veracruzana, FACICO, cumplió 61 años de fundada.
Su director es un tecnócrata, de la comunicación, Marco Malpica, y el secretario, un filósofo de la comunicación, hijo de Séneca y Sócrates, Juan Soto del íngel.
Y en las seis décadas de vida, el crédito y el mérito académico de la FACICO está en los egresados que han entregado su vida al ejercicio periodístico, es decir, a contar la historia de cada día desde sus trincheras.
Unos, en el estado de Veracruz. Muchos, muchísimos, quizá la mayor parte en el resto del país y en la ciudad de México, donde en verdad concurre la batalla diaria por la información, las ligas mayores del periodismo nacional, la prueba que mantiene vivo el fuego reporteril.
Cierto, cierto, cierto, ha servido la FACICO para encauzar las vidas de quienes se han orientado por las otras disciplinas académicas, entre ellas, digamos, las relaciones públicas, la publicidad y la investigación social.
Pero el periodismo es la “joya de la corona”, cuyos hijos han enaltecido a la casa de estudios, la segunda fundada en el país, luego de la Carlos Septién.
Por fortuna, la Carlos Septién ha sido fiel a sus orígenes y desde su nacimiento ha sido facultad de Periodismo, sin caer en las tentaciones académicas de la modernidad.
Periodista ejemplar fue, por ejemplo, uno de sus fundadores, don Alfonso Valencia Ríos, y también otro de sus directores, Francisco Gutiérrez González, el primer egresado en titularse.
Luego, ni hablar, los años y las pasiones involucraron a los académicos en el cambio de nombre y por tanto de los planes de estudio, hasta volver a la casa de estudios en una todóloga.
Más ahora cuando su cuerpo directivo nunca, jamás, ha escrito textos periodísticos en el frente de batalla, gastando por la mañana, como afirmaba Ernest Hemingway, la suela de los zapatos atrás de la noticia y en las tardes fregándose el lomo y la espalda frente a la máquina de escribir, ahora computadora; incluso reporteros que escriben, sin ton ni son, en Twitter, Facebook, con el mayor desaseo literario.
En contraparte, la escuela Carlos Septién aumenta su renombre y prestigio en la nación como formadora y forjada del gremio reporteril.
CíRCULO VICIOSO EN LA FACICO
De norte a sur y de este a oeste hay unas 25 facultades de Comunicación, incluyendo a las universidades privadas.
Por alguna razón la UPAV, Universidad Popular Autónoma de Veracruz, fundada por el gobernador Javier Duarte, se ha resistido a crear su FACICO, sin mirar tampoco al periodismo.
Y, bueno, 25 facultades de Comunicación en Veracruz significan una patraña y un fraude académico en un territorio jarocho sin las suficientes fuentes de empleo para absorber a tantos profesionales del área por culpa, claro, de la Secretaría de Educación, tanto estatal como federal, y la UNAM, que sin ninguna planeación otorgan RVOE.
Por eso con frecuencia se afirma que la FACICO ha mudado en una fábrica de desempleados, en igualdad de circunstancias que otras carreras universitarias, como Leyes, Contaduría, Administración de Empresas, Ingeniería y Medicina.
En contraparte, cualesquiera sean las condiciones laborales (que es otro asunto espinoso), en Veracruz siguen apareciendo medios de información.
Basta referir que de acuerdo con el Plan Estatal de Desarrollo hay más de cien periódicos y revistas, unos 75 portales, más los noticieros de radio, televisión y digitales.
Así, en la FACICO de la UV necesitarían, digamos, si existiera cordura académica y una visión real de la realidad social y económica, reinventarse a los 61 años de edad, porque desde hace ratito han incidido en un círculo vicioso.
VERACRUZ NECESITA UN REPORTERO Y UN JEFE DE PRENSA
Y más ahora cuando la realidad es avasallante.
Por ejemplo, los secuestrados y desaparecidos y ejecutados y sepultados en fosas clandestinas necesitan reporteros y jefes de prensa que clamen justicia ante tanta impunidad.
Los familiares de las mujeres asesinadas también requieren de periodistas y jefes de prensa para seguir puntuales, con firmeza, sin titubeos, su legítima lucha contra la impunidad.
Pero más aún, para luchar contra la tendencia histórica de que cada vez se multiplica el feminicidio.
Los migrantes que pasan por Veracruz camino a Estados Unidos procedentes de América Central también están urgidos de un reportero y un jefe de prensa, y más, cuando Veracruz “es el cementerio de ilegales más largo y extenso del país”.
Los 8 millones de habitantes de la tierra jarocha también necesitan un reportero y un jefe de prensa para seguir cronicando la vida irrespirable que hoy llevamos a partir de la inseguridad.
Los 800 mil indígenas y los dos millones de campesinos y el número incalculable de obreros y de la clase media (los ricos, dice Lula, se cuidan solos) también requieren de un reportero y un jefe de prensa.
Y los medios están urgidos de profesionales del periodismo que además de su pasión creadora hayan pulido su vocación en las aulas.
Pero, además, que sean formados mirando siempre el bosque… que son el país y el extranjero, más allá del árbol confinado al llamado localismo empobrecedor.
De cualquier manera un abrazo semiótico y polisémico para los directores Marco Malpica y Juan Soto, pues ellos son hoy los capitanes de la nave académica y porque, como ellos mismos dicen, la realidad se construye, se destruye, se reconstruye y se desconstruye…Sabrá la astróloga el significado de tal diarrea verbal.
Mario Pérez 02 Mar, 2015 - 15:09
Con todo respeto.
El columnista pide reporteros... pus qué no le bastan los muchos que cada generación están obligados a publicar cualquier cosa en cualquier medio... por ejemplo, ese periodicucho que dirige o dirigió, que no pagaba (bueno, al menos tampoco cobraba) por hacerle el favor a los estudiantes de darles la posibilidad de pasar las materias de redacción...
...y luego quién va a instruir a esos reporteros en el aula? Maestros (y Doctores) de la Facico que conjugan el pretérito en la segunda persona singular poniéndoles eses al final o el verbo "haigar"... nomás por poner un ejemplo; o estimadÃsimos (por los alumnos) lectores de noticias dedicados a leer comunicados de gobierno...
Tómese el tiempo de preguntar a los periodistas reconocidos a nivel nacional (egresados los últimos... dÃgamos, 20 años) de qué le sirvió la educación recibida en la facultad, y escriba acá que pa ser "reportero" -ése que falta- debió aprender prácticamente todo por fuera (bien en la práctica, bien en las escuelitas de redacción de los medios).
..o mejor aún, ponga a alguno de SUS alumnos aventajados (esos a los que obligan a publicar sin recibir remuneración alguna) o a un recién egresado a escribir una columna sobre este mismo tema y atrévase a publicarla sin meterle mano, asà nomás... a ver si se atreve.
La Facico no es una fábrica de desempleados sino de ignorantes.
Con todo respeto.
Carlos Gómez 28 Feb, 2015 - 01:34
Coincido contigo Luis en que la Facico, y en general la mayor parte de las facultades de comunicación, requiere reinventarse. No percibo en los cientos de egresados de las últimas generaciones una visión crÃtica de lo que acontece en el paÃs, argumentos sólidos y afán de investigación. Les ganó la desidia y priorizan la subsistencia económica, que se complica con el mal trato laboral que la mayor parte de concesionarios y propietarios de los diarios locales siempre han prodigado a los colegas. Sin embargo, sin una formación sólida en las aulas y con endebles herramientas académicas, es difÃcil que se transmita ese amor, convicción y compromiso que tuvieron con la profesión generaciones pasadas de reporteros, como el siempre bien recordado y a quien personalmente agradezco su apoyo, Alfonso Valencia RÃos.
Tomas valenzuela 27 Feb, 2015 - 16:37
Necesitamos rescatar a nuestra gloriosa Facultad de Periodismo, me siento orgulloso de ser egresado de esta institución educativa. ..