Sofí­a de León era sí­ndica en el gobierno municipal de Ricardo Garcí­a Escalante, hijo del cacique huasteco, Ricardo Garcí­a Guzmán, Contralor en el duartismo.

Y su hermana Sandra de León Maza era la suplente.

Ahora, cuando Sofí­a fue nominada candidata priista al Congreso de la Unión, que buscó de manera errática Ricky Garcí­a Escalante, en aras de la prudencia y la serenidad, Sandra ha decidido renunciar a la sindicatura propietaria.

Así­, y no obstante que también fue elegida en las urnas pues iba de suplente, se ha replegado.

Quizá, por el bombazo, aun cuando la diputada Octavia Ortega Arteaga diga que “no es para tanto”.

Acaso, y en efecto, para garantizar la seguridad; pero más aún, la tranquilidad familiar, pues si los malandros ya lanzaron una bomba a Sofí­a, y toda vez que el poder polí­tico enloquece, mejor declinar la oportunidad.

Con todo, si tal como están los hechos y circunstancias, significarí­a que el cacique huasteco se ha lanzado con todo como chivo en cristalerí­a porque su hijito fue dejado en la recta final para el Congreso de la Unión.

Es más, su ansia de poder es tanta… que otro de sus hijos trabaja como director general en un área de ICATVER, como si su cacicazgo polí­tico careciera de llenadera, pues quiere hacha, calabaza y miel para su familia en la administración pública.

Incluso, en otras ocasiones ha pensado hasta en lanzar a su esposa a un cargo de elección popular.

GOBIERNO CON LOS AMIGOS Y LOS HIJOS

Así­, y por ejemplo, Garcí­a Guzmán se perfila como el polí­tico estatal con más posiciones que otros de sus colegas de gabinete.

Por ejemplo, más, mucho más que Guillermo Zúñiga Martí­nez, quien es señor rector de la UPAV, y su hijo despacha como presidente municipal, luego de su desempeño como diputado local y secretario de Trabajo y Previsión Social en el fidelato.

Por ejemplo, más, mucho más que Adolfo Motita, quien tení­a a nueve familiares en la nómina de la SEV (esposa, hermana, cuñado, primos y esposas de sus primos), con sueldos de hasta 33 mil pesos mensuales.

Por ejemplo, más, mucho más que Nemesio El gobierno de Veracruz es manejado como una hacienda porfirista para usufructo de los amigos y los hijos de los amigos Domí­nguez Domí­nguez, subsecretario de la SEV, quien tiene en la nómina a dos hijas en el Instituto Superior de Música, más diez metrosexuales como asesores pedagógicos.

Por ejemplo, más que Enrique Levet Gorozpe, perpetuado en el trono sindical del FESAPAUV, más la sindicatura jarocha y la diputación local que usurpara, más la subdirección jurí­dica del IPE, más la plaza académica y una notarí­a pública, fast track, para un hijo.

Por ejemplo, más que otros polí­ticos del gabinete a cuyos hijos les han dado cargos públicos y notarí­as a diestra y siniestra.

Tal cual, en todo caso, serí­a un estilo del estilo personal de gobernar y ejercer el poder en el duartismo.

EL PEOR DAÑO A VERACRUZ

El gobierno de Veracruz, pues, como una hacienda porfirista para la generación polí­tica en turno.

El politólogo Carlos Ronzón Verónica observa que para pertenecer a la casta duartista han de tenerse las siguientes caracterí­sticas:

Una. Ser panista peleado con Miguel íngel Yunes Linares.

Dos. Ser cofradente, es decir, pertenecer a la cofradí­a de amigos.

Tres. Tener voluntad corruptora.

Cuatro. Pertenecer al primer cí­rculo del poder para abrir la puerta a los hijos.

Y cinco. Tirarse al piso hasta perder, incluso, la dignidad humana.

Es el caso, por ejemplo, del cacique huasteco, Ricardo Garcí­a Guzmán: chambea para él y chamba para sus dos hijos, como también el caso de tantos otros.

Por eso, el nuevo significado del concepto gobernar es robar, saquear, “ordeñar la vaca” como dice Gerardo Buganza Salmerón, quien impuso como investigador de tiempo completo, categorí­a “C”, a su hijo Jacob Buganza Torio cuando tení­a apenas 26 años de edad.

Y/o el caso de Carla Enrí­quez Merlí­n, la hijita de la diputada local Gladys Merlí­n Castro, nieta del cacique sureño Heliodoro Merlí­n Alor, quien a los 23 años de edad fue nombrada subsecretaria de Fomento Ambiental, una dependencia que ni siquiera existí­a y fue inventada sólo para el nepotismo.

Se ha llegado, pues, a la degradación polí­tica, ética y moral en el sexenio próspero, debido, entre otras cositas, al silencio y complicidad de los 50 diputados locales y los 30 diputados federales y el trí­o de senadores, y los lí­deres partidistas y la mayorí­a de los medios.

El gobierno de Veracruz visto con sentido patrimonialista, multiplicando la deuda pública sin que nadie de los actores polí­ticos y sociales frene tal ambición desmedida y con un montón de irregularidades del dinerito federal según ha documentado la Auditorí­a Superior de la Federación.

Pero, además, con deudas arrastradas desde el fidelato y con cero obra pública de norte a sur y de este a oeste.

El saqueo total y absoluto.

Tal fue el peor daño de Fidel Herrera a los 8 millones de habitantes de Veracruz, más, incluso, que haber corrompido a la mayorí­a de actores sociales, polí­ticos y económicos.

POSDATA: Nino Baxzi: oaxaqueño, avecindado en Veracruz, recolector de basura, lí­der sindical, mudado en dueño de camiones recolectores, tolerado por alcaldes panistas y priistas, diputado local y lí­der de la CROC, donde su antecesor, “El que-qui” duró unos 20 años al frente… Pero, además, con orgullos de su nepotismo en el manejo sindical, entre otros, su sobrino, “El basurita” le llama Raúl Dí­az Diez…

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Oaxaqueño Nino Baxzi, lí­der de CROC. También es empresario con Ayuntamiento jarocho.
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