Las Patronas celebraron 20 años; pero sin migrantes
•Caída del flujo migratorio en Veracruz a partir de la demanda contra las empresas ferroviarias que permiten a los ilegales trepar a “La bestia”
•El gobierno del estado, obligado a atender a los indocumentados que pasan por aquí dice el obispo Raúl Vera
•Aunque les cierren el paso ellos seguirán moviéndose asegura Alejandro Solalinde
Ignacio Carvajal/Fotos Yerania Rolón
Unos cuantos meses atrás, el poblado de La Patrona lucía lleno de migrantes centroamericanos que andaban entre los caminos de La Bestia seguros de que durante su estancia no les faltaría lo fundamental: agua y comida.
Sin embargo, las denuncias interpuestas por el gobierno de Javier Duarte de Ochoa contra las empresas ferroviarias, así como la inseguridad que persiste a lo largo de las rutas de paso, han tenido efectos directos en la caída del flujo migratorio.
Esa reducción fue más que notoria durante el festejo de los 20 años de labor de Las Patronas, las mujeres que fueron reconocidas en 2014 con el Premio Nacional de los Derechos Humanos.
Durante dos días, Norma Romero, la matriarca, sus hermanas y voluntarias prepararon grandes cantidades de comida, gestionaron refrescos y varias canastas de pan para los centroamericanos que se esperaba llegarían a la fiesta.
Pero esos tamales, pan y alimentos se consumieron en su mayoría por los invitados especiales y periodistas de todas partes de México que arribaron para presenciar el evento que reunió a la plana mayor de los defensores de los derechos de los centroamericanos, encabezados por el obispo de Saltillo, Raúl Vera, y secundado por el padre Alejandro Solalinde, el padre Pedro Pantoja, Prisciliano Peraza y Fray Tomás Gónzalez.
En entrevista previa a la entrega de un reconocimiento a Norma Romero, Raúl Vera reconoció que el territorio veracruzano "es uno de los más peligrosos en la ruta de los migrantes".
Incluso, recordó que en su última participación en el Tribunal Permanente de los Pueblos escuchó numerosos testimonios de abusos cometidos en Veracruz no sólo contra migrantes, también de defensores de los recursos naturales, afectadas por la violencia feminicida y estudiantes vejados.
En ese mismo evento, el padre Alejandro Solalinde dejó patente que pese a las denuncias contra las empresas ferroviarias promovidas por el gobierno veracruzano, el acoso de las policías y del Instituto Nacional de Migración, los centroamericanos seguirán caminando por México.
Ya en la misa al pie de las vías del ferrocarril, el Obispo Raúl Vera -uno de los pilares de la Teología de la Liberación en México- afirmó que aunque la migración está detenida "allá abajo", los hermanos seguirán andando por el camino pues "todos tienen derecho a comer".
En representación del gobierno de Veracruz figuró la coordinadora del Programa de Atención a Migrantes, Claudia Ramón, quien se pasó buena parte del tiempo de bajo perfil, a la distancia, rodeada por sus ayudantes, notorio el "cortón" con los luchadores sociales que ni si quiera la buscaron para la foto.
EL MENSAJE DE VERA
Una de las escenas más emotivas en el evento del fin de semana en Amatlán fue la misa oficiada al pie de las vías por Raúl Vera, quien trepó a una silla para dar el mensaje a los presentes.
Flanqueado por los padres Peraza, Pantoja, Fray Tomás y las Patronas, Vera indicó que están haciendo el trabajo que el Estado tiene que hacer: "El Estado debería estar atendiendo a los muchachos que pasan por acá".
Pero "acá no se atiende a los migrantes porque se ofenden a los parientes del otro lado del río Bravo, ¡cómo que les vamos a mandar terroristas!”.
También asentó que "hay que entender que el ser humano no es una mercancía", por eso los gobiernos no pueden cerrar las fronteras a petición de los vecinos del norte. Criticó que la zona sur de México está llena de retenes del Ejército Mexicano, de la Marina, de las policías estatales, así como de personal del Instituto Nacional de Migración que están a la casa de los que caminan sin documentos sólo para llegar a la frontera norte.
Todo ese acoso, resumió, ha llevado a "que ya no vengan migrantes, sabemos que allá abajo no los dejan subir al ferrocarril, allá tienen preparado todo el implante (para beneficio y a petición de los Estados Unidos).
Se trata "de una limpieza allá (en el sureste de México, Veracruz, Chipas, Tabasco) por eso no los dejan subir al tren, si siguen las medidas en contra de los centroamericanos "ahora se van a subir a lanchas y se van ahogar; pero no los van a parar porque es un derecho humano comer y alimentar a la familia".
VERACRUZ, ACOSO A MIGRANTES
Y mientras Vera daba todo el panorama crítico para la migración más allá de las fronteras de Veracruz, y lo cual explica en cierta medida la baja en el arribo Alejandro Solalinde remarcó que los hermanos del camino seguirán caminando por Veracruz, aunque esto conlleva más peligros.
Ahora lo que se ve -explicó el sacerdote- son migrantes que andan entre el monte, cerca de las vías; pero finalmente sobre el monte, entre los cerros y las montañas, siempre lejos de la autoridad y de la posibilidad de que la delincuencia abuse de sus derechos humanos.
En Sueños de Oro, un poblado de Tenosique, muy cercano al puerto fronterizo de El Ceibo, en la frontera con Guatemala, se hicieron famosos los asaltantes y violadores que durante mucho tiempo acosaron a la migración que tenía que andar entre cerros por la presencia de elementos federales que los deportaban tras la puesta en marcha del Plan Puebla Panamá.
Los migrantes se libraron de las bandas de asaltantes, en unos casos, dándoles muerte ellos mismos.
Hace menos de una semana, a Las Patronas llegó un trío de migrantes de El Salvador, el mayor de ellos se llama Carlos Prado, quien relató que emprendieron 95 kilómetros caminando desde Tierra Blanca porque "los delincuentes nos cobraban 100 dólares para poder subir, como no teníamos no nos dejaron y mejor nos venimos caminando".
Contó que durante tres días vivieron en el monte, desde donde caminaban unas 12 horas diarias. Así fue durante tres días. Así es desde hace unos meses para cientos de migrantes en Veracruz.
"No importa cuándo lo molesten y busquen cerrarles el paso, ellos seguirán adelante", dijo Alejandro Solalinde al descalificar medidas del gobierno veracruzano para evitar que suban al tren, mas no para garantizar la seguridad.
El 24 de abril de 2014, Javier Duarte se reunió con defensores de los derechos humanos y centroamericanos que le reclamaron "ya estamos hartos de que nos maten, de los abusos y de que violen a nuestras mujeres".
El gobernador Veracruzano tuvo que atender a una delegación de 20 centroamericanos que representaban a más de mil personas que se habían quedado varadas en Tenosique porque no los dejaban subir al tren ante la fuerte velocidad que los motoristas ponían a las máquinas.
En esa reunión Duarte prometió camiones de pasaje para pasar a lo centroamericanos por el territorio veracruzano.
Hasta la fecha, esa promesa quedó en el aire.
“En Veracruz el respeto a la Ley es la norma, no la excepción. No bajaremos la guardia. El mejor ejemplo está aquí en Amatlán de los Reyes, tierra donde se profesa y se practica una singular solidaridad y amor al prójimo. Las Patronas de Amatlán de los Reyes simbolizan el mejor ejemplo de los genuinos veracruzanos: gente noble, trabajadora y solidaria”.
Las máquinas incrementaron la velocidad y la seguridad porque en la PGR, el ahora fiscal veracruzano, Luis íngel Bravo Contreras denunció a la Kansas City Southern y Ferrosur, las principales firmas que mueven carga en furgones en México.
Rubén Figueroa, integrante del Movimiento Migrante Mesoamericano, recordó que tiempo después de esa reunión hubo otros acercamientos con el ahora exsecretario de Gobernación, Érick Lagos -quien actualmente es precandidato del PRI a diputado federal por Acayucan- y ofreció apoyos para gestionar visas humanitarias.
También todo quedó en pendientes.
Peor aún, días después de las denuncias del ahora fiscal en la PRG las empresas de trenes han comenzado a alzar bardas con alambrados en sus patios de maniobras con lo que los centroamericanos no pueden ni subir ni bajar.
"Es muy delicado lo que se le está haciendo a los hermanos de Centroámerica, un día esos países se van a levantar y a preguntarle a México qué pasó con sus hijos que salieron a caminar, qué pasa con todos esos desaparecidos, lo van a querer cobrar muy caro" dijo Alejandro Solalinde.
NUEVAS RUTAS
Rubén Figueroa también comentó es de pensar que si no están pasando en La Bestia, no significa que ya no haya migración, "se han hecho más invisibles, buscan el monte, los puntos lejos de la ciudad para caminar por allí sin ser vistos; pero corren más peligros".
Actualmente, una de las rutas más socorridas entre los centroamericanos es de un lugar conocido como La Técnica, en los límites entre Guatemala y México, y de allí siguen a Palenque, Chiapas; el trayecto en adelante es en camiones de pasaje o a pie, pues la Bestia no es ya una opción por el constante acoso de la delincuencia organizada, cuya cuota mínima para trepar es de 100 dólares por persona.
A lo largo del 2014 docenas de centroamericanos fueron lanzados desde el tren en movimiento por no pagar la cuota. Las agresiones mayormente se dieron en los municipios de Coatzacoalcos, Medias Aguas, Cosoleacaque, Acayucan y Tierra Blanca. Del 2013 al 2014 están documentadas unas 12 agresiones arriba del ferrocarril cuando pasó por territorio veracruzano. En ningún otro estado hay tantos casos de migrantes lanzados del tren por no pagar como en Veracruz. Es el sello que se preocuparon por posicionar los que están en poder de la vida, el día y la noche en las vías.
DE LAS PATRONAS, A MÉXICO
El encuentro de los defensores de los derechos humanos para celebrar a Las Patronas estuvo marcado de simbolismos que revisten y realzan aún más el encuentro.
Vera, Solalinde, Peraza, Gónzalez y Pantoja se reunieron en Veracruz, en uno de los estados con peor imagen a nivel mundial, no sólo por agresiones a los periodistas, también porque su gobernador ha sido indolente con las personas de Centroamérica.
Solalinde y Vera, por ejemplo, como los curas Morelos e Hidalgo en los tiempos de la Independencia.
Los dos curas legendarios lucharon por el país cansados del abuso de los españoles; Morelos redactó Los Sentimientos de la Nación e Hidalgo padeció como mártir los castigos de la misma iglesia.
Solalinde y Vera también están trabajando en la redacción de una nueva Constitución que ayude a refundar el país, a esa lucha se les ha sumado el poeta Javier Sicilia y Francisco Toledo, pintor.
Con todo y que no hubo migrantes en Amatlán de los Reyes, los curas sostuvieron con convicción que es momento de despertar como país y apoyar a los hermanos del sureste, tal y como lo hacen Las Patronas, a las que Vera definió como "el mejor ejemplo de que acá se enuncia el verdadero sentido de la humanidad" y que son la contradicción a lo que ocurre en los países de origen de la migración, donde persiste la violencia, el desempleo y marginación.