cargando

En twitter:

8 Columnas
Viernes 30 enero, 2015

Se oí­an gemidos bajo los escombros


•Crónica de Cuajimalpa

Juan E. Flores Mateos

Cuando los vecinos de El Contadero, en Cuajimalpa de Morelos, se percataron que una pipa de la empresa Gas Express Nieto tení­a una fuga en su manguera al descargar LP en el Hospital Materno infantil llamaron a los bomberos.

Eran las siete de la mañana con cinco minutos.

Emiliano Lara, uno de los vecinos que hizo el reporte, subió a lo alto de su casa y miró que en el patio del hospital la gente corrí­a y gritaba alarmada para evacuar.

Pasaron cerca de quince minutos cuando llegaron los bomberos. Estacionaron el vehí­culo rojo y apenas se bajaron, ocurrió la explosión.

“Fue muy fuerte. Se levantó el techo del hospital. El hospital tiene una antena de comunicación de unos 20 metros y los escombros se levantaron a la altura de la antena” dijo Emiliano.

En ese momento comenzaron a ensordecer los gritos de la gente que evacuaba, el humo empezó a elevarse sobre el aire y el fuego ardí­a sobre la pipa de gas.

Emiliano Lara, al ver la situación, salió de su casa, ubicada a unos 50 metros y se acercó, con otros vecinos, para sacar gente de los escombros.

“Como vecinos corrimos y en al zona donde me tocó sacamos a dos enfermeras y cuatro bebés donde según era la sala de emergencia de los bebés, los bebés estaban en incubadora. Según las enfermeras que salieron con vida dijeron habí­a en ese lugar 8 personas, 5 bebés y 3 adultos, de esos sólo pudimos sacar 2 adultos y 4 bebés, llegaron los equipos de emergencia y sacaron a toda persona civil…ya no nos dejaron ayudar pero todaví­a se escuchaban gemidos bajo los escombros”.

Emiliano Lara dijo que las autoridades están hermetizando la información, reduciendo las cifras, incluso a unos reporteros que se subieron a una casa para hacer tomas fueron bajados como bultos.

“En ese lugar estaban por lo menos 300 personas, las noticias que están dando son muy limitadas (…) hubo agresiones a la prensa, unos que se subieron para hacer tomas a una propiedad fueron bajados como bultos, no quieren que se sepa nada”.

Un trabajador de la dirección de Obras de la delegación de Cuajimalpa, que estuvo ayudando también, dijo que vio cómo sacaban envueltos en sábanas a 11 cuerpos pequeños.

“Estábamos ayudando, pasé a los escombros. Estaba todo destrozado y vi cómo envueltos en sábanas iban 11 bebés, ya estaban muertos”, aseguró.

Han pasado cuatro horas y Sara Rocha aún no sabe nada de su cuñada Ana Escobar Jiménez, que desde hace tres dí­as está internada en el hospital en el área de maternidad.

Sara vive en San Jacinto, Huixquilican, Estado de México. Salió a las siete y media de la mañana de ahí­, en un taxi, en dirección al hospital cuando se enteró por su hermano que habí­a ocurrido una explosión.

“No nos dicen nada, llevo tres horas aquí­. Ahora andan diciendo que nos van a dar informes si sólo presentamos credencial de elector. ¿Cómo va a ser posible? Yo salí­ sin ninguna identificación, hay gente aquí­ que cuando se enteró salió hasta sin dinero”, dice enojada.

En esos momentos, un policí­a le pregunta el nombre de la calle. ¿oiga sabe cómo se llama aquí­?, le dice. Sara le responde que no. El policí­a, aún con al duda, se va. Sara tardó cuarenta minutos en llegar. El taxi le cobró 60 pesos. Ahora está junto con su tí­a charlando.

Frente a ellas hay una hilera de policí­as pertenecientes a la Gendarmerí­a Nacional. No dejan pasar a nadie, ni siquiera a familiares.

De la fila de policí­as sale el comandante. Dice que se instalará un módulo para dar informes. Después de eso hacen retroceder unos 20 metros a todas las personas.

“Ayúdennos porque necesitamos que entre una pipa, resguárdense a las orillas, no me tapen el acceso. En unos momentos vamos a instalar un módulo para que ustedes puedan pasar y pedir información de sus familiares con su credencial de elector”.

Minutos después el mismo comandante saca su celular. Mira a sus muchachos. Son unos cincuenta formados para bloquear el paso. Al ver el celular, algunos se cuadran y se ponen en pose como para una pelí­cula. El comandante les saca una foto y unos ponen cara de malos como presumiendo algún tipo de guapura.

De la hilera de policí­as entran y salen gente con palas y picos, gente con botellas de aguas, funcionarios de todos los niveles, policí­as, y hasta militares

La calle se llama 16 de septiembre y es uno de los accesos principales para el hospital. El hospital Materno Infantil de Cuajimalpa fue fundado en el año de 1993, y la última vez que las autoridades le prestaron atención fue en el 2002. Cerca hay un mercado que se llama Contadero.

La gente de ese mercado dijo que la fuga de gas ya estaba reportada desde hace una semana, que la fuga era del hospital y no de la pipa, y que apenas el jueves empezó a fugarse más por lo que el olor ya era demasiado.

El jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel íngel Mancera, sale desde la callejuela que da al hospital, con un casco amarillo en la cabeza, a decir que no son 8 muertos como dicen los vecinos de Contadero sino 2 por la explosión.

Con una precisión de matemático del IPN dice que hay 60 heridos de los cuales 30 por ciento están próximos a darse de alta, otro 30 por ciento en necesidad de atención y el último 30 en gravedad y que Locatel está dando de cada uno de ellos.

“Que quede claro nuestra consternación con las familias, estamos con todo el equipo trabajando en este punto, (los heridos fueron trasladados) a hospitales como el Abc, Balbuena, Cruz Roja Polanco, Xoco, Cabrera,, varios están ayudando”, dijo.
“El 75 por ciento del edificio colapsado, muros estructuras metálicas en pie pero no hay manera de operar en el sitio”, agregó. Aunque al fondo, el hospital está destrozado, casi no quedan muros de pie.

Mancera aseguró que hay 3 detenidos (el chofer de la pipa y sus dos ayudantes), de los cuales dos están hospitalizados y que la empresa Gas Nieto Express, que suministra de gas al gobierno de Distrito Federal desde el año 2007, se le hará responsable por todos los daños ocasionados.

Un bombero de la delegación Cuajimalpa accede a platicar con la condición que lo mantenga en el anonimato. Se baja su protector bucal, trata de limpiarse el sudor y habla:

“De los escombros sacamos dos cuerpos. Era una señora que murió abrazando a su bebé en brazos”, dice. “Todo está terrible y muy feo, a dos compañeros les tocó la explosión y están hospitalizados”.

El gas al entrar en contacto con el ambiente y luego con el aire, se expande. Para que haya una explosión necesita un pequeño detonante, lo que se llama “punto de ignición” El bombero da una explicación:

“Al fugarse un litro de gas este se convierte en 272 litros, pero al combinarse con el aire este se convierte en 11 mil 800 de gas aire. Como es menos denso que el aire, el gas se mantiene en las partes bajas. Necesitó un punto de ignición, como lo pudo ser el carro de bomberos, para que explotara. Pero todaví­a no sabemos cuál fue el punto de ignición, ni de cuantos litros era la pipa”

-¿Y ahora cómo va todo?

“Todaví­a sigue prendido, la fuga todaví­a está ahí­. Lo que estamos haciendo es enfriar el contenedor para que no ocurra ese fenómeno al que llamamos blebe. Este fenómeno ocurre cuando el lí­quido gas hierve, busca salida y revienta”.

-¿todaví­a quedan atrapadas personas?

Ya estuvimos en la zona de cuneros y en la zona de emergencia y no encontramos más personas. Vamos a seguir buscando, hay personas que no sabemos dónde están.


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.